«Apenas una gota para beber»: los niños y niñas de la Franja de Gaza en Rafah no tienen acceso al 90% del agua que consumen normalmente.
Los servicios de agua y saneamiento están colapsados y ya se han producido brotes de enfermedades a gran escala.
10 enero 2024 UNICEF

Rusia ha destruido la red de abastecimiento de agua en las zonas ocupadas y extiende la sed por Ucrania.
En ciudades como Mariúpol o Chernígov la población ha llegado a hervir el agua que se usaba para limpiar las calles o la de los charcos.
Reuters
Ya no hay red de abastecimiento, ni nieve que derretir , no charcos que exprimir. Los civiles de la gran zona devastada del sur de Ucrania soportan un bloqueo que les ha dejado sin lo más básico para la vida: el agua. Unos de los primeros objetivos en cualquier estrategia de guerra es destruir las redes de suministro básicas para la población. Un asedio de libro en el que el objetivo es matar de hambre y sed a la población enemiga.
Hoy día, a pesar de los avances y esfuerzos llevados a cabo por el propio gobierno de Ucrania así como por distintas ONG ́s en este terreno para intentar paliar la terrible falta de agua, aún hay más de 10 millones de habitantes que, en una u otra medida no pueden tener acceso al agua en condiciones aptas para el consumo.
La misma situación se da en Gaza, aunque con sus particulares diferencias. Allí, los niños y niñas desplazados al sur de Gaza solo tienen acceso a entre 1,5 y 2 litros de agua al día, muy por debajo de los requisitos recomendados únicamente para sobrevivir, y teniendo en cuenta que la cantidad mínima de agua necesaria en situación de emergencia es de 15 litros, lo que incluye agua para beber, lavarse y cocinar. Sólo para la supervivencia, el mínimo estimado es de 3 litros al día.
Estas situaciones, dan como consecuencia devastadores aumentos de las enfermedades. Las autoridades ya han registrado casi 20 veces la media mensual de casos de diarrea entre los menores de 5 años, además de aumentos en la proliferación de sarna, piojos, varicela, erupciones cutáneas y más de 180.000 casos de infección respiratoria aguda.
Urge que tanto las autoridades como las ONG,s que actúan sobre el terreno y las Industrias, colaboren codo a codo para
implementar sistemas de abastecimiento de agua de urgencia que ayuden a paliar esta escasez de agua potable y poder hacerla llegar a toda esta población allí donde se encuentre.
Sistemas portátiles fácilmente instalables que incluso pueden potabilizar acuíferos, tratarlos y depurarlos, consiguiendo un agua apta para el consumo y paradar servicio urgente a estas poblaciones en unos ritmos cifrados en casi 13.000 personas /día, a una media de 15 litros por persona.